“Cuándo salgas a la guerra… contra tus enemigos…” (Devarim 21)
¿Cuál es nuestro mayor desafío? ¿Cuál es, por lo tanto, nuestra mayor oportunidad?
Existen muchos problemas en el mundo: desastres naturales, falta de recursos, enfermedades…
Algunos de esos problemas nos exceden a nivel individual…nos sentimos impotentes.
Pero existen otros problemas…me atrevería a decir que incluso son la mayoría de los problemas, del sufrimiento humano y del mundo, que son de otra índole.
Esos problemas son los problemas que el propio hombre propicia con sus acciones y decisiones.
Lejos de fomentar el pesimismo, quería aprovechar para compartir una pequeña reflexión:
Si la persona mejora, el mundo mejora.
El punto es que incluso la transformación individual crea el cambio espiritual que retroalimenta a la Creación con energía renovada. Cuánto más y más si la acción es colectiva…
En suma:
Toda nuestra realidad puede transformarse para bien si nuestra propia humanidad mejora.
La educación es, por lo tanto, la clave. Si la educación falla, la humanidad falla.
¡La educación es la clave! deberíamos gritarlo a cuatro vientos… fortalecer con todas nuestras fuerzas las instituciones de Torá que forman a nuestros hijos – y a nosotros mismos – con valores sólidos.
Educar es una gran responsabilidad…y un gran privilegio. Nada más y nada menos que la llave para un mundo mejor.
¡Les deseo que tengan un hermoso Shabat en familia, que tengamos el mérito de ver crecer a nuestros hijos felices, sanos e íntegros!
