Se acerca Leil Shavuot, la Fiesta de la Entrega de nuestra Torá, Jag Matan Toratenu.
¿Por qué decimos “nuestra Torá”? ¿Acaso no fueron entregadas también las leyes que rigen para toda la humanidad (las 7 mitzvot de Noaj)? ¿Y si es “nuestra” Torá, no deberíamos decir la fiesta de la “recepción” de la Torá, en lugar de hablar de “entrega”?
En realidad, aquí hay un mensaje potente.
Es cierto, Hashem entregó el “manual de instrucciones para la vida” más completo y
complejo que existe: la fórmula para que seas tu mejor versión, estés donde estés,
seas quien seas hoy.
Esta es una entrega y no una “recepción”, porque la recepción aún depende de quién recibe.
Depende de nosotros, finalmente, que este mensaje permee en cada uno y haga mella en nuestra personalidad.
Esto también explica por qué decimos “Toratenu – nuestra Torá”.
En Shavuot no estamos festejando solo el hecho fundamental de que el mundo reciba la piedra angular de la ética humana, sino que cada uno de nosotros es parte viva en la realización de un mundo mejor, cuando hacemos de este hecho nuestra bandera personal.
Cuando la Torá se convierte en nuestra Torá, el maravilloso regalo que Hashem quiso legar al mundo —y en particular al Pueblo Judío— cumple su verdadero cometido: expresar la Voluntad del Creador del mundo.
¡Jag HaShavuot Sameaj! ¡Que Hashem nos dé una vez más nuestra parte en Su Torá!

