Amar, siempre se nos enseñado como un sentimiento que se da por una «cuestión de piel» , es decir que se da o no se da.
¿Que opina el judaísmo sobre esto?¿Podemos amar, incluso cuando no sale natural?
El Rav Daniel Oppenheimer Shlit´´a formula una pregunta en la misma dirección.
En relación a este versículo y mandamiento positivo: «beahavta lereaja camoja1«, en español «amarás a tu prójimo como a ti mismo», ¿Sobre quien aplica la mitzvá2, sobre aquel que naturalmente sentimos cariño y sentimiento de hermandad o sobre aquel que no?
Respuesta: Este mandamiento aplica específicamente sobre aquel que no siento naturalmente esa reciprocidad.
Como sabemos que la Torá no nos pide nunca que cumplamos cosas que no están a nuestro alcance cumplir, debemos preguntarnos: ¿Como podemos amar, incluso cuando este no es nuestro sentimiento primario?
El Pirkei Avot3 (5:15) nos dice que todo amor que depende de algo, al desaparecer ese algo se va el amor, por otro lado un amor que no depende de nada siempre va a mantenerse. Pero, ¿Cual es ese amor incondicional? ¿Donde podemos encontrarlo, o mejor aun, podemos desarrollarlo?
El Rav Igal Snertz Shlit´´a en su libro «El código judío de la felicidad» nos habla sobre el amor incondicional. A partir de su desarrollo concluye que el único amor de este tipo es el amor propio. Incluso el amor que mostramos hacia nuestros hijos es una consecuencia de anexar a ellos en nuestro amor propio. Del mismo modo aplica a cualquier otra relación humana que tengamos, es decir, a partir de que logro una identificación con el otro, para con el otro, eso significará que ya logre «incorporarlo» a mi propia persona.
Sin embargo, esta idea no es tan sencilla, no siempre parece surgir tan naturalmente este sentimiento incluso para con un hijo… por lo tanto la pregunta sigue en pie: ¿De que modo podemos buscar amar al otro cuando no surge natural? ¿Como podemos incorporar a nuestro amor propio a la otra persona?
La respuesta, es que, si bien siempre vemos diferencias con el otro, a su vez nos podemos identificar con su esfuerzo, una condición que todos tenemos en común, donde tenemos una lucha que tenemos que superar. Puede que esa lucha, incluyendo aquí el contexto del otro, sus recursos, los distintos temperamentos no sea como la mía, pero el esfuerzo siempre esta presente en cada persona.
El amar se trata de ver como podemos ponernos en el lugar del otro, como nos podemos identificar con la otra persona.
Como educadores, debemos enseñar y potenciar en los niños este sentimiento, entrenándolos a amar en busca de aquello en lo que me parezco con los demás, en como me puedo acercar y desarrollar esta gran capacidad.
Como conclusión, una bendición: que seamos meritorios de identificarnos con quienes nos rodean, de poder cumplir con esta gran mitzvá y de potenciarnos unos a los otros a partir de este trabajo.
- Vayikrá 19:18 ↩︎
- Mandamiento o precepto ↩︎
- El tratado de los principios, el libro principal de ética que resume la ética del Sinaí ↩︎
El Moré Jaim Danilewicz es estudiante avanzado de ingeniería en informática y educador. Estudió en Yeshivat Aish HaTorá en Jerusalem y es un Madrij egresado de la escuela de Madrijim Najshonim de Bs. As. y tiene experiencia en Hadrajá, Jinuj y Kiruv Kerovim uRejokim. Hoy en día se desempeña como profesor de matemáticas y programación
