
🙌 Que su estudio sea para Refua Shelemá de Dafna Orit bat Mazaltov Dalia betoj shear jolei israel
RESPUESTA:
Existen varias posibles causas emocionales (midot) para la falta de interés en lo novedoso, exploremos algunas opciones.
La “atzbut”, tristeza, es una cualidad que por definición limita la motivación, básicamente es la sensación de “no tener ganas” de hacer cosas. Sin embargo, en el caso de tu hijo, él tiene una motivación “selectiva”, es decir, que sí posee motivación (simjá) en todo aquello que ya conoce.
El “caas”, la intolerancia a la frustración, sería también una posibilidad: el temor a que las cosas no sean como lo espero y finalmente sentirme frustrado por ello, es algo que quienes tienen esta cualidad pueden rehuir.
Sin embargo, hay otra posibilidad, que creo, puede ser la más precisa en base a lo que describes. El miedo.
Si bien existen varias causas posibles para el miedo, también hay una cualidad específica de pensar que algo malo pueda suceder.
El miedo es una preocupación por lo que puede salir mal, una sensación de alerta que nos hace prestar atención en las posibles amenazas o peligros, lo que se manifiesta en ansiedad.
En un niño tan pequeño creo que esta cualidad puede trabajarse ayudándolo a imaginar escenarios positivos para los desenlaces de aquello que se propone emprender, pero sobre todo, aprendiendo a ignorar aquellos “fantasmas” que buscan llamar su atención, de la misma manera que quienes se acostumbran a hablar en público pueden aprender a ignorar la presión de la mirada ajena.
También es importante que con el tiempo lo guíen en cómo distinguir el temor positivo, o útil, de aquel que no lo es. Para ello te recomiendo la siguiente publicación: https://darkheinoam.com/2024/05/23/sana-preocupacion-sana/
En caso de tu familia, por ser observantes y residir en Israel, hay algunas frases o sloganes que pueden servir como muletilla o recurso de distracción de esos pensamientos, como «beezrat Hashem» (con ayuda de Di-os), «Hakol le tová» (todo es para bien), frases que refuercen la «emuná», la confianza en que Di-os nos cuida y protege, incluso cuando fuimos descuidados por error.
A CONTEMPLAR
1 – Ante la sospecha de que exista también intolerancia a la frustración, habría que explorar si en otros contextos se repiten algunas de estas actitudes:
– Enojos, caprichos o irritabilidad, frecuentes y/o intensos.
– Expresiones y gestos de disgusto exagerados o frecuentes, ante lo que no le gusta o “sale mal”.
– Falta de paciencia e impulsividad.
– Marcada sensibilidad a malos olores, ruidos o a la incomodidad.- Tendencia a abandonar rápidamente los desafíos.
Si varias de estas actitudes se repiten, es posible que el trabajo también incluya el aumentar su tolerancia a la incomodidad y la frustración.
2 – Es importante identificar otras situaciones en las que tu niño logra motivarse, toma nota de estas situaciones y exploremos juntos como expandir esta habilidad emocional. Una pista que tenemos aquí es que logró planear sus vacaciones familiares, las vacaciones son para muchos «el» momento en que no tenemos responsabilidades encima. Los niños y las personas que sienten estrés o ansiedad frecuente tienden a buscar y a identificar el placer y la motivación con la ausencia de obligaciones.


