📽️ DISFRUTA ⏩ https://youtu.be/MAWDPRM0Aw8
Un momento muy común de tensión para padres e hijos es el comienzo del día. ¡Tenemos una montaña de cosas que hacer!
La sabiduría judía dice que “todo sigue al comienzo”, una de las formas más eficaces de crear un buen clima para toda la familia es comenzar el día con el pie derecho.
¿Cómo podemos lograrlo?
Primero: ¡Preparación! La noche anterior un ratito antes de dormir revisa que todo esté en orden para mañana.
Si te es posible, adelanta la preparación de la colación para tus niños, la ropa o el uniforme que usarán para ir al colegio al día siguiente, y otros detalles, como el lugar donde dejan sus abrigos, zapatillas o mochilas.
Segundo: ¡Foco! Concéntrate solo en lo que tienes que hacer ahora.
En la mañana misma es indispensable enfocarte en el paso a paso, preparar y calentar desayuno, despertar niños, asistirlos al vestirse, y preparar tus propias cosas para salir. Si has podido organizar adecuadamente el punto anterior, entonces, este será relativamente sencillo, y te permitirá tomar con más calma cualquier imprevisto, como pueden serlo las discusiones entre hermanos, una taza volcada, o la necesidad de ir al baño a último minuto de alguno de tus hijos.
Tercero: ¡Ríete!, de todo eso que “sale mal” a la mañana, como el buzo (polerón) al revés de tu hijo, la tarea que se olvidó de hacer, o la taza de leche derramada. Para que este tercer punto salga bien, uno debe realmente mentalizarse en que puede haber imprevistos, considerarlos de antemano nos permite disminuir la tensión, el estrés y la frustración que podemos sentir al ver que todo lo que preparamos parece no estar saliendo como lo planeamos. El punto aquí, es que la medida del éxito no consiste en que la realidad se ajuste al plan original, sino, en la medida que logras “surfear” el oleaje de este momento crucial del día.
Este no es el momento de que todo salga perfecto, es el momento de empezar el día con una sonrisa, para vos y para tus hijos.
¡Pruébalo y siéntete más liviano!

