ESTUDIO EN «JAVRUTA»
Un elemento absolutamente esencial en el estudio talmúdico es el estudio en “javrutá”.
¿Qué es una javruta?
Es el estudio de Talmud en parejas. Dos estudiantes se enfrentan al reto de comprender una nueva página de Guemará. En general, ambos se turnan para leer el “shakla vetaryiah” (es decir, la discusión talmúdica en curso), y los comentarios explicativos del mismo, para lograr, juntos, una comprensión cada vez más profunda de la misma.
El estudio en javruta es considerado por el judaísmo algo tan indispensable que incluso en caso de que una persona tuviese la majestuosa capacidad de estudiar todo el Talmud, de la A a la Z, por sí mismo, la Ley Judía establece que no podemos aprender de alguien que haya estudiado solo.
¿Por qué es tan crucial estudiar de a dos?
Este elemento de la educación judía establece lo que actualmente el mundo occidental reconoce:
El aprendizaje no es únicamente individual.
Gran parte de lo que aprendemos está mediado por lo grupal, las relaciones y nuestros vínculos con quienes nos rodean. Existe un efecto potenciador del aprendizaje cuando este se construye de a dos.
Esto se debe, no solo al hecho de que “dos cabezas piensan mejor que una”, sino también a las condiciones de estudio que se propician en esta dinámica:
– La necesidad de leer en voz alta, con la claridad y la entonación adecuadas, a fin de socializar el conocimiento.
– La exigencia de la traducción metódica y la formulación de frases comprensibles (recuerden que nadie habla arameo fluido, siempre hay un esfuerzo de traducción). Este punto es homólogo a la necesidad de esforzarse en leer un texto complejo (para quien lo lee) en forma comprensiva, acompañándolo con su explicación.
– El ejercicio de escucharse a uno mismo en la lectura, y la presión de tener que dar cuenta de la comprensión de lo estudiado, no solo en términos de traducción, sino de la intencionalidad del texto (es una pregunta, una respuesta, el rechazo de un argumento o una afirmación, etc.).
– La dialéctica. Es decir, la búsqueda de la verdad mediante la argumentación y el debate acalorado.
El proceso de decodificación del texto tiene el plus de una de las premisas del estudio talmúdico: el conocimiento no está acabado.
En el Talmud, uno no solo puede acceder a niveles cada vez mayores de comprensión, sino que además tu explicación del tema, si está bien fundamentada, puede revelar nuevas capas de comprensión hasta ahora inexploradas, esto se conoce como “Jidush”, una “novedad”.
El objetivo de cada pareja de estudios es lograr obtener, primero que nada, un “pshat”, es decir, una comprensión básica y simple del tema estudiado. Esto suena fácil, pero realmente es en esta pretensión de simplicidad donde hallamos el mayor desafío:
Nuestra comprensión del tema estudiado debe ser tal que podamos leer y explicar el texto en forma fluida sin caer en inconsistencias.
Lo increíble es que un pshat inadecuado en el estudio del Talmud es insostenible, si no comprendí adecuadamente el paso anterior de la discusión, lo que sigue será simplemente ilegible, y esto se debe a que los temas expuestos poseen una estructura interna sumamente rigurosa, lo que significa que el texto mismo logra crear una gran experiencia de aprendizaje.
¿El estudio de Talmud es puramente intelectual? ¿Cuáles son los aspectos sociales y emocionales que se ponen en juego en el estudio de Talmud? ¿Cómo podemos incorporar estas dinámicas en otras experiencias de aprendizaje?
¡Seguiremos aprendiendo juntos, en los próximos artículos de esta serie..!

