ADOLESCENCIA I

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Para abordar las problemáticas y los enfoques, que exige el educar  a adolescentes, debemos tener, antes que nada, una definición de qué es la adolescencia.

La adolescencia es una especie de bein hashemashot1 (El momento del día donde no es posible definir si es de noche o es de día) emocional y psicológica, pero en lugar de estar entre el día y la noche el adolescente está  «viajando» entre la niñez y la madurez, no se puede decir ni que sea día ni que sea noche, pero en cierta forma es ambas a la vez. Claro que una cosa es «estar entre» y otra es estar en dos estaciones a la vez, y es por eso que estamos definiendo algo complejo.

Si eres padre de un adolescente, o trabajas con ellos, es probable que notes esta ambigüedad: Por momentos se siente un adulto y espera que lo traten como tal, y  en otros tantos, es palpable que preferiría volver atrás y no tener tantas preocupaciones en la cabeza.

La adolescencia no es solo un estado «natural»2. Si bien es cierto que el cuerpo e incluso el cerebro experimentan cambios luego de la pubertad, sin embargo, podemos afirmar, sin temor, que esta es una etapa de la vida definida principalmente por la sociedad. En diferentes épocas y sociedades, el qué es y el cuánto dura este periodo entre la niñez y la madurez fue variando. Digo madurez y no “adultez”, porque en la cultura actual que nos rodea ser adulto no significa obligatoriamente ser maduro. Un adulto puede comportarse, y pensar como un adolescente, aun en edades inimaginables, pocos años atrás.

Para evitar relativizar el concepto, y comprenderlo mejor, definiremos el norte hacia el cual debería dirigirse el proceso que emprende un niño al atravesar la pubertad y la adolescencia.

Nuestra definición de adolescencia, por lo tanto, es que hay ciertas características que definen a una personalidad madura (que un niño suele no poseer) y que puede llegar a ser el fin de un proceso que empieza en la pubertad con una revolución biológica y emocional… o tan solo quedarse en lo biológico… es decir que en cierta forma: la madurez es un paso que está en nuestras manos dar.

Esta definición de adolescencia como proceso hacia la madurez nos ayudará a comprender más profundamente su naturaleza y nos brindará un marco de trabajo donde apuntalar nuestros esfuerzos educativos.

Los dejo con una cita magistral del Rav Lewrence Kelemen en su obra “Iluminar un Alma”.

«Una persona inmadura es totalmente manejada por su entorno. Es arrastrada como los restos de un naufragio que flotan sobre las aguas y va allí donde lo lleva la marea. Su timón es externo. Necesita órdenes para moverse. Una persona madura ha desarrollado un timón interno. Posee una visión de cómo debe comportarse y de cómo debería ser el mundo; tiene valores. Las personas que disponen de un timón interno no son manejadas por el exterior. Se manejan a sí mismas y cuando se desarrollan completamente hacen lo correcto, pese a los tirones y empujones de su entorno.»

Esté maravilloso concepto, nos abrirá las puertas a una mirada novedosa sobre nuestro rol ante los adolescentes ¡Seguiremos profundizando, en nuestros próximos posteos!

  1. Bein HaShemashot es el período de tiempo entre cierto día y cierta noche. En muchas halajot, se considera un safek o duda, ya sea de día o de noche, y tiene muchas ramificaciones prácticas. Existe una gran disputa con respecto a la duración de este período. (https://www.halachipedia.com/) ↩︎
  2. Rav Noah Orlowek, Cultivar Rosas entre Espinas, pág. 75. ↩︎